ABSTRACT
Aims: Implementation intentions (II) are “if… then…” plans that have shown their efficacy in solving self-regulation problems related to goal striving. They are usually applied individually.
This study aims to analyze their pertinence and feasibility in a group intervention setting to increase non-supervised walking as physical exercise, in fibromyalgia women.
Material and methods: In the context of an experimental, randomized, triple blind study with an active control group, 117 women with fibromyalgia received an intervention
based on II. They belonged to five patient associations from Alicante, Elche, Madrid and Talavera de la Reina. A sub-group (n = 59) also received a motivational intervention.
The researcher in charge of the application of the II intervention was unaware of the experimental condition of the women. The Universidad Miguel Hernández ethics committee approved the study. The participants went to the labs at the university to receive the interventions as well as the pre- and post-experimental assessment. All of them signed
informed consent forms. The group session for II was approximately 30 minutes long. During the pre-experimental session, we assessed distress, perceived fibromyalgia impact
and pain intensity. In the post-experimental session, we assessed satisfaction and perceived usefulness of the intervention.
Results: Of the participants, 83.6 % selected one inhibitor from the three we presented (if component). Fatigue was the most frequently chosen (n = 37; 31.9 %), followed by pain (n = 31; 26.7 %) and have ‘a bad day’ for the illness (n = 29; 25 %). The strategy (then component) most frequently chosen was acceptance and commitment (n = 55; 47.42 %),
but differences weren´t significant regarding the choice of the other strategies. Women who selected the pain inhibitor presented significantly higher pain scores (F = 3.09, p = 0.05) and general painful scores (F = 4.32; p = 0.02) in the FIQ-R.
Women who chose acceptance and commitment as strategy, scored significantly lower on the function sub-scale of the same questionnaire than those who opted for task persistence
(F = 3.528; p = 0.03). Of the participants, 25.9 % (n = 30) did not write the ‘if’ component in the final II and 22.4 % (n = 26) did not do so for the ‘then’ component. There were errors in the creation of this last component related especially with the incomplete writing of the corresponding self-instruction (persistence of the task: n = 7; acceptance and commitment: n = 3; relaxation: n = 5). Mean satisfaction with the intervention was 8.96 over 10, and all except for one participant would recommend the intervention to other
fibromyalgia patients.
Conclusions: It was found that both the behavioural inhibitors for exercise as well as the strategies for management are pertinent and ‘significant’ for the participants. Group application also seems to be an appropriate procedure as long as it is carried out in groups whose size allows individual supervision of the II. This is important to avoid errors that could ffect quality. In general terms, we can conclude that II is a viable and acceptable strategy for women with fibromyalgia.
Key words: Fibromyalgia, walking, physical exercise, implementation intentions.
RESUMEN
Objetivos: Las intenciones de implementación (II) son planes “si…, entonces…” que han mostrado su eficacia en solucionar los problemas de auto-regulación propios del esfuerzo hacia una meta. Suelen aplicarse de forma individualizada. Este trabajo pretende analizar su pertinencia y viabilidad en un formato de intervención grupal para aumentar el ejercicio físico no supervisado andando, en mujeres con fibromialgia.
Material y métodos: En el marco de un estudio experimental, aleatorizado, triple ciego y con grupo control activo, 117 mujeres con fibromialgia pertenecientes a cinco asociaciones de pacientes de Alicante, Elche, Madrid y Talavera de la Reina, recibieron una intervención con intenciones de implementación. Un subgrupo (n = 59) recibió también una intervención motivacional. La investigadora responsable de la aplicación de las intenciones de implementación desconocía la condición experimental previa de las mujeres. El estudio contó con la aprobación del comité de ética de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Las participantes acudieron a los laboratorios de las universidades para la aplicación de las intervenciones y la evaluación pre y postexperimental.
Todas ellas firmaron el consentimiento informado. La sesión grupal con intenciones de implementación tuvo una duración aproximada de 30 minutos. En la evaluación prexperimental valoramos el distrés, el impacto percibido de la fibromialgia y la intensidad del dolor. Finalmente, se valoró la satisfacción y la utilidad percibida de la intervención.
Resultados: El 83,6 % de las participantes seleccionó un inhibidor (componente si). La fatiga fue el elegido con mayor frecuencia (n = 37; 31,9 %), seguido del dolor (n = 31; 26,7 %) y un “mal día” de enfermedad (n = 29; 25 %). La estrategia de manejo (componente entonces) seleccionada con mayor frecuencia fue la aceptación y compromiso (n = 55; 47,42 %) pero las diferencias no fueron significativas respecto de la elección del resto de estrategias.
Las mujeres que seleccionaron el inhibidor dolor presentaron puntuaciones significativamente más altas en los ítems de dolor (F = 3,09, p = 0,05) y dolorimiento general (F = 4,32; p = 0,02) del FIQ-R. Las mujeres que eligieron la aceptación y compromiso como estrategia de manejo puntuaron significativamente más bajo que las que optaron por la persistencia en la tarea, en la subescala función del mismo cuestionario (F = 3,528; p = 0,03). El 25,9 % (n = 30) de mujeres no formularon el componente “si” en la intención de implementación final y el 22,4 % (n = 26) no lo hicieron respecto del componente “entonces”. Hubo errores en la formulación de este último componente relacionados principalmente con la escritura incompleta de la autoinstrucción correspondiente (persistencia en la tarea: n = 7; aceptación y compromiso; n = 3; relajación: n = 5). La satisfacción media con la intervención recibida fue de 8,96 sobre 10 y, salvo una persona, todas la recomendarían a otros pacientes con fibromialgia.
Conclusiones: Tanto los obstáculos como las estrategias presentadas para manejarlos son pertinentes y “significativos” para las mujeres participantes. La aplicación grupal también parece un procedimiento adecuado siempre y cuando se realice en grupos cuyo tamaño permita la supervisión individual de las intenciones de implementación para evitar errores. Por tanto, en términos generales podemos concluir que las II aparecen como estrategias viables y aceptadas por las mujeres con fibromialgia.
Palabras clave: Fibromialgia, andar, ejercicio físico, intenciones de implementación.